Cuando se cortó la
llamada la última vez hablábamos del corazón y la cabeza, pero quizás sea mejor
escribir un postulado para que la otra persona pueda leerlo y meditar sobre
ello.
Decíamos que la cabeza es
el órgano rector, el que controla las funciones del cuerpo, el que analiza
información que recibe de los sensores, como el ojo, el oído, el tacto… en
definitiva, es como el procesador, si tomamos el símil del ordenador. Es una potente
herramienta pero carece de autonomía propia. Lo mismo sucede con el cerebro. Es
el órgano más potente del cuerpo pero no es independiente.
Entonces, podremos
preguntarnos, cuál es ese otro órgano del que la cabeza toma la energía. ¿Cuál es el órgano que da la vida a todo el
cuerpo? Rasulu-Allah en un hadiz sahih nos ha dicho que este órgano es
el corazón, y que cuando este órgano está sano y rectamente guiado, todo el
cuerpo está sano. Y cuando está corrupto, todo el cuerpo está corrupto. Y
cuando está enfermo, todo el cuerpo está enfermo. Esta estructura la encontramos en todas las
cosas. En una empresa, en una familia, en un país, en el mundo, en el Universo…
hay cerebro y hay corazón, y otros órganos que ejecutan las órdenes del
cerebro.
En árabe, la palabra
“rais”, presidente, viene de “ras” (cabeza), porque el presidente, el gobierno
cumple en un país la misma función que el cerebro en un cuerpo, es decir el
presidente, el gobierno, tiene una serie de elementos, como la riqueza, el
ejército, las fuerzas de seguridad, técnicos, ministros… que le permiten
organizar y proteger esa sociedad. Pero, ¿bajo qué valores y presupuestos va a
organizar y proteger esa sociedad? Al cerebro esto le da igual. Es como un
ingeniero que en una empres diseña puentes, en otra empresa diseña excavadoras,
y en otra empresa diseña edificios. Él conoce cómo hacer eso, pero el plan de
la empresa, los objetivos de la empresa los tiene el corazón de esa empresa,
por lo tanto los valores, las premisas, los objetivos de un gobierno, de
cualquier gobierno, los debe proponer el corazón, y después el gobierno los
llevará a cabo de forma práctica.
En el caso de Islam, la
estructura es clara, ya que el corazón debe estar unido a la fuente de todo
conocimiento y de toda rectitud que es Allah. Cuando algunos de Sus siervos
someten sus deseos, sus facultades a la Voluntad de Allah, Allah los va
elevando y les va dando la luz de la objetividad. Esa luz de la
objetividad es la que el corazón proyecta
sobre la cabeza. Exactamente como sucede en el caso del coche que circula por
la noche. Por muy potente que sea la máquina, por muy lujosa que sea, si no
tiene unos faros potentes, el viaje que realizará será caótico, sumamente
tenso, peligroso, pues de alguna forma es cómo circular a ciegas. Sin embargo,
el conductor del mismo coche, cuando enciende los faros y pone la luz larga,
vislumbra perfectamente lo que tiene delante a una gran distancia. Ve con
claridad que a más de cien metros hay una curva, ve perfectamente los bordes de
la carretera, los obstáculos que pudiera haber, y entonces el viaje es incluso
placentero, relajado, claro…
Por ejemplo, en tu
empresa tu puedes contratar un gestor, que será la cabeza, pero si tú, que eres
el corazón, no tienes objetivos claros ni la fuerza y la energía que dé vida a
tu empresa, por muy experto que sea tu gestor, tu empresa irá a la deriva, o al
menos será una empresa caótica, con constantes altibajos y seguramente con
conflictos laborales y económicos. Es
decir, el corazón transmite a la cabeza la fuerza o la debilidad, la
comprensión o la confusión, la rectitud o la corrupción.
Por eso, el Rasulu-Allah
no dijo: Si la cabeza está sana y rectamente guiada, todo el cuerpo está sano y
rectamente guiado. Dijo que esa es la función del corazón, ya que es el corazón
que da luz, da vida, el que impone los objetivos a la cabeza. Hay ministros de
economía que han sido ministros de gobiernos muy diferentes, ya que su función
es la de, dado su conocimiento sobre economía, aplicar en la práctica el
proyecto del gobierno que sea.
En la familia, la esposa
cumple la función de la cabeza, ya que es ella la que organiza la economía
familiar, se ocupa de la casa, de la educación de los hijos. Pero si el corazón
deja de funcionar, poco a poco ese hogar se desmoronará, ya que necesita que la
sangre constantemente llegue al cerebro, que haya objetivos claros. Si el
corazón busca la rectitud para los miembros de su familia, la cabeza actuará
transmitiendo esa rectitud al resto de los miembros.
Sin embargo, podríamos
preguntarnos ahora qué sucedería si habiendo un corazón sano, fuerte y
rectamente guiado, la cabeza se negase a seguirle, a plasmar en la práctica la
guía que recibe de él, o incluso tomase una posición de confrontación. En ese
caso la cabeza sería inmediatamente cortada del cuerpo y sustituida por otra,
ya que allí donde hay luz no puede haber oscuridad, no puede haber tinieblas.
Cuando el corazón proyecta su potente luz de la comprensión objetiva que le ha
sido concedida por Allah, toda la oscuridad desaparece, y por lo tanto, si la
cabeza no actúa siguiendo esa luz, si el coche no circula por la carretera
según le va indicando esa luz, inevitablemente se saldrá fuera, quedando en la
cuneta.
Por ejemplo, cojamos el
caso de Chávez en Venezuela antes de pasar al caso de Siria y otros países. En
seguida vemos que fuera de este esquema todos los análisis políticos que
hagamos y que de hecho se hacen serán lamentablemente superficiales y eludirán
el análisis real. Chávez es un loco estúpido que lo único que hace es meterse
el dinero del país en el bolsillo. Si eso es cierto, tendremos que concluir que
Venezuela está compuesta de un 20% de gente que pasa de todo y no se interesa
más que por el pan de cada día, un 60% de locos y estúpidos, un 20% de
ambiciosos que lo único que quieren es tomar el poder para ser ellos ahora los
que se metan el dinero en el bolsillo. De lo contrario, cómo se explica
que un loco y estúpido se mantenga en el poder “democráticamente” elección tras
elección. Este análisis simplista, que es el que hace todo el mundo con
respecto a todos los países, es el fruto de un mundo devastado por la
ignorancia, de un mundo que hace ya bastantes décadas es regido por cabezas que
no reciben la luz del corazón. Un mundo, pues, caótico y materialista que sólo
busca el placer inmediato de este mundo. Pero la realidad de Venezuela, como la
de los otros países, es muy diferente. Las sucesivas victorias de Chávez, a
través del sistema judío de elecciones (en el Islam se tiene en cuenta la
calidad no la cantidad; gobierna la élite no la mayoría numérica), se debe
fundamentalmente a dos factores. Primer factor: no existe en todo el país una
cabeza con la fuerza suficiente para sustituirle a él; y el segundo factor: el
corazón de Venezuela está enfermo, gravemente enfermo. En realidad, si
eliminamos el primer factor, la situación no cambiaría de forma sustancial, ya
que es el segundo factor el decisivo.
Supongamos que poco a
poco se va regenerando ese corazón con la Luz de Allah, con el favor de Allah,
hasta convertirse en un corazón fuerte, en un corazón sano, rectamente guiado
por la comprensión objetiva que le viene de Allah. En ese caso Chávez tendrá dos únicas
posibilidades. La primera –adaptar su política a esa luz, o irse, abandonando
el poder debido a la potente luz que ha mostrado la oscuridad de su política, o
será arrancado de ese poder por la fuerza de la cabeza que esté dispuesta a
seguir la luz que le viene del corazón.
Si ahora nos fijamos en
cualquier país del mundo, veremos que la situación es la misma, y en muchos
casos bastante peor. Se cambian las
cabezas, pero no hay resultado porque es el corazón el que está enfermo, el que
está tocado de muerte y mientras ese corazón no se regenere el cambio de cabezas
no cambiará sustancialmente nada.
Este mismo esquema lo
podemos traer a Siria, y nos encontraremos con la misma situación que en
Venezuela pero con una variante, o un tercer factor, que sólo puede existir en
Sham (Damasco). Hemos dicho que todo tiene una cabeza y un corazón, como el cuerpo
humano. Incluso en el mundo microscópico vemos que es así. En la célula está el
núcleo, que es el que sustenta a la célula, y está el citoplasma, que es donde
están los elementos ejecutores de las órdenes del núcleo. Allí donde quiera que miremos en cualquier
tejido vivo, encontraremos la misma estructura.
Pero, como hemos dicho,
en Siria hay un tercer factor decisivo a la hora de aplicar este patrón. Y este
factor decisivo es que también el mundo debe tener un corazón, que de guía y
luz a la cabeza. ¿Cuál es este corazón? Un análisis histórico nos podría ayudar
a dilucidar esta pregunta, si bien, este análisis histórico seguramente sería
muy controvertido y mucha gente tomaría en cuenta esta y aquella variante en
vez de aquella otra. Sin embargo, como musulmanes, tenemos dos herramientas
objetivas que Allah nos ha dado precisamente para comprender hasta el Día del
Levantamiento las situaciones por las que vayamos pasando. Estas dos
herramientas son el Qur’an y el hadiz
sahih. Por ello, el Rasulu-Allah primero nos advirtió que hay una cabeza y
un corazón, y nos mostró sus funciones, y después nos dijo en varios ahadiz
asahih (estamos de acuerdo que muchos de los ahadiz del Sham que
circulan no son sahih) que la luz de Islam será protegida en Sham y
cuando los sahaba le preguntaron: ¿No será en el Najd? (entonces Najd
abarcaba todo lo que puede ser hoy
Haliy, península arábiga), Rasulu-Allah contestó: Allí están los dos cuernos
del Shaytan.
Por lo tanto tenemos por
una parte el patrón que Allah ha utilizado en la organización social, política,
económica, social de la humanidad –corazón-cabeza. Y por otra parte nos ha
dicho que la luz del Islam, es decir, la luz de la comprensión objetiva, la luz
del conocimiento, será protegida en Sham. Así pues, Sham es el corazón del mundo.
Como ya hemos dicho, un
análisis histórico nos llevaría a la misma conclusión, ya que toda la historia
ha girado siempre en torno a este territorio –el poder asirio, las cruzadas, y
hoy, toda la política mundial gira en torno a Siria, a pesar de ser un país
militar, económica y políticamente insignificante. Pero así es el corazón. Un
órgano vacío, pequeño, y sin embargo es el que da la vida a todo el cuerpo.
Ahora bien, si Sham es el corazón del mundo y el corazón de Sham está enfermo,
gravemente enfermo, el mundo entero necesariamente tiene que estar enfermo,
tiene que estar en crisis: social, moral, política…
Ahora bien, no todos los
países estarán tocados por la misma enfermedad de la misma manera. Veamos este
proceso de forma casi fisiológica. En Sham se ha producido un fenómeno que
ahora entendemos mejor, que ha sido el que Allah ha preservado la cabeza, a
pesar de que el corazón ha ido enfermando progresivamente. Te diré que cuando
Hafiz al Asad gobernaba, el corazón estaba
mucho más sano y fuerte que ahora. Todavía había shuyuj y ulamah que actuaban por Allah y no
por sus intereses. En todas las mezquitas, que nunca se cerraban, había total
libertad para enseñar y aprender. Cualquier mahad (institución de conocimiento)
daba iqamah (certificación)
para los estudiantes extranjeros, e incluso muchos de los shuyuj y ulamah
conseguían iqamah para los que no estudiaban en los mahad.
Cuando Hafiz al Asad gobernaba, se iniciaron dos programas de estudios, únicos
en toda la ummah: los cursos de verano de 3 meses de duración para
extranjeros y los cursos de verano de 3-6 meses de duración para los imames
y profesores de las repúblicas ex-soviéticas, si bien, pronto, ese programa
albergó a imames y profesores del mundo entero, Europa y África. Cientos
de estudiantes, imames y profesores venían a Siria a estudiar, y todos
recibían su visado y su iqamah. Incluso durante varios años se editaba
un libro que reunía los programas de árabe de fiqh y de aqidah
que se impartían durante estos cursos.
Si ahora nos fijamos en la situación mundial
durante los años finales de los 60, 70, hasta finales de 90, veremos que la
cabeza del mundo, que era occidente (el imperio otomano, cuando el último califa
de la ummah había sucumbido al encanto de occidente y había vendido la ummah
a cambio de poder afeitarse la barba y vestir un elegante traje militar de
corte italiano), actuaba con mucho más
rigor y justicia que ahora. Su economía era mucho más fuerte y socialmente
presentaba un programa mucho más justo que el de ahora. Sin embargo, cuando
todos estos ulamah y esos shuyuj, que, aún sin ser de la altura
de los sahaba ni de los tabiyin, tenían conocimiento y taqwah
de Allah, fueron muriendo, la siguiente generación, sus hijos o sus seguidores,
fue desmontando y destruyendo todo lo que estos hombres habían ido
construyendo. Era gente que sólo buscaban el poder y el bienestar económico, ya
no actuaban por Allah.
Entonces, ¿qué sucedió en
Siria y en el mundo? Que al enfermar el corazón fue enfermando la cabeza y el
cuerpo entero. Si vemos lo que sucede en Siria y en el mundo a partir del año
2000, año en el que ya no queda nadie de estos shuyuj y ulamah,
vemos corrupción, injusticia, ignorancia, y un paulatino poder planetario del
Dayyal. En todos los países y en todos los aspectos de la vida lo verdadero
pasa a ser falso, y lo falso verdadero. Se prohíbe el bien y se ordena el mal.
Políticamente, la cabeza empieza a desvariar, su economía decrece, incluso
militarmente ha perdido toda la fuerza y es incapaz de imponerse, incluso a
países carentes de ejército y de lo que podríamos llamar un armamento
convencional. Cuando se pregunta a las grandes familias musulmanas del mundo,
de Siria y de otros países, cuál es vuestra legitimidad, no contestan la ilaha
illa Allah, Muhammad rasulu-Allah, sino contestan diciendo: ¿Cómo? ¿Acaso
no sabes quién era mi padre, acaso no sabes que mi abuelo era un gran shej y que mi padre era imam de esta o de
aquella famosa mezquita? ¿Sabes con quién estás hablando? Mis antepasados se
remontan a los Quraish y a los sahabah y eso nos da derecho a gobernar, y
como el corazón que somos queremos gobernar con la cabeza de occidente.” De
forma que un corazón corrupto y enfermo es dirigido por una cabeza corrupta y
enferma.
Sin embargo, y dado que
Sham es el centro del mundo y dado que en Sham se va a proteger la luz del
Islam, Allah ha protegido la cabeza y ha puesto un gobierno que no se doblega
ante los caprichos y las maldades de los judíos a través de sus lacayos
occidentales. Cuando se le preguntaba a Hafiz al Asad por qué no atacaba a Israel, por qué defiende su frontera,
contestaba explícita e implícitamente. Explícitamente con palabras “porque
Israel es el mundo entero”, e implícitamente, a través de una insinuada
sonrisa, como si dijera “estamos haciendo nuestro trabajo”. Y así fue.
En
el 2006 llegó el primer resultado: la gran derrota de Israel y del mundo
entero. Cientos de tanques, llamados “indestructibles” yacían reventados por el
desierto del Líbano. No había sido la Unión Soviética, junto con China, Corea y
cientos de países más, los que habían logrado esa victoria sino una pequeña
organización, hizbullah, apoyada por Siria y secretamente por Rusia. A
partir de ese momento el mundo entendió que los órganos vitales del cuerpo
planetario habían cambiado. La vieja fisiología no se podía reparar, había que
crear una nueva. El segundo resultado lo estamos viviendo ahora. Pero no sólo
Siria, el mundo entero. Porque la cabeza del mundo está en Siria y el corazón
del mundo se regenerará en Sira, con el Permiso de Allah.
La gente dice que Rusia y China sostienen a
Siria. De nuevo es el análisis simplista, resultado, como ya hemos dicho, de una
vieja cabeza y de un viejo corazón muertos. Pero yo digo con pruebas claras que
es Siria la que sostiene a Rusia y China. Desde la caída del muro de Berlín y
desde la muerte de Mao, ni Rusia ni China han elevado su voz en ningún caso ni
han impuesto su veto. E incluso en los acontecimientos de Oriente Medio, ni
Rusia ni China han impuesto su veto en casos de Túnez, de Yemen, de Libia, de
Egipto… pero cuando Siria se levanta tras la victoria de 2006, tras la derrota
de occidente en Líbano (hoy el gobierno libanés apoya cien por cien al
gobierno sirio) y dice a Occidente “no os necesitamos ni queremos tener ninguna
relación con vosotros” y le dice “vamos a resistir, y no nos vamos a doblegar”,
Rusia, China y muchos otros países se levantan, pero se levantan detrás de
Siria y si volvemos al patrón anterior, veremos que es muy fácil entender esta
situación.
Si Sham es el corazón del mundo y lo único que
queda sano es la cabeza, está claro que todos aquéllos que se alíen con esa
cabeza y luchen junto a ella, recibirán más luz y baraka que los que luchen
contra esa cabeza, apoyando de esta forma al Dayyal. Hoy vemos cómo Rusia y
China están sosteniendo con su dinero el dólar y el euro, y cómo políticamente
son los que poco a poco están tomando las riendas de la política internacional.
Ahora son los países europeos, incluida Turquía, los que viajan a Rusia a
hablar con el presidente, a negociar con el presidente. Pero la cabeza rusa y
la cabeza china no han aceptado sus chantajes ni sus negocios y claramente han
dicho que no hace falta reunirnos más; estamos con el gobierno sirio y no
apoyaremos ninguna acción contra él. Y esta posición, este enlace, este vínculo
con la cabeza sana, es la que da fuerza a Rusia y China, no al contrario. Y la
raíz de la cabeza siria, insha-Allah, se regenerará con el corazón y entonces
la cabeza estará realmente guiada, y muchos de los fallos y de los errores de
esta cabeza desaparecerán porque ahora la cabeza actúa sin el corazón. Se
mantiene todavía gracias a la luz de ese corazón que todavía no estaba enfermo,
o no estaba muy enfermo, pero esa luz se va apagando.
Pero
para que ese corazón vuelva a regenerarse hace falta separar claramente el
grano de la paja, el oro de la ganga, la corrupción de la rectitud, la
hipocresía del taqwah, y eso es lo que está sucediendo ahora en
Siria. Un montón de shuyuj y ulamah ya han salido del país. ¿Y desde dónde arengan a
los sirios para que se unan a la revolución? Desde la BBC que es la voz del
Shaytan. Y muchos de los que están todavía en el país ya han mostrado su
verdadero rostro.
Por
lo tanto, el trabajo de Allah ahora es el de regenerar ese tejido, y para mí, mi
obligación es apoyar a ese corazón, apoyar a esa nueva élite espiritual que
proyecte una luz potente a la cabeza, y cuando ese corazón y esa cabeza
trabajen al unísono, poco a poco se irá regenerando el mundo entero.
Cómo
y cuándo se va a regenerar ese corazón es algo difícil de prever, pero yo
pienso que va a tardar mucho tiempo porque la operación quirúrgica no va a ser
sencilla, pues el daño en los tejidos es muy grande. Y no se puede regenerar
ningún otro corazón antes de que se regenere el corazón de Sham. Si el servidor
central no funciona, ningún ordenador funciona. No tiene sentido intentar
reparar los ordenadores, cuando la avería está en el servidor. Por eso, yo creo
que los musulmanes que realmente actúen por Allah deben acercarse lo más
posible al Sham y si pueden, deben entrar en Sham, entrar en el corazón. Pero,
hay una ley psicológica que a muchos les impide tomar partido por el Partido de
Allah. Y esta ley es que cuando amas a alguien, todo lo que hace esa persona
nos parece bien; y cuando odias a alguien, todo lo que hace esa persona, te
parece mal. Por ello, sin la objetividad de la Luz de Allah no hay guía y nos
movemos siguiendo nuestro subjetivismo.
Creo
sinceramente que lo que te acabo de escribir merece tu reflexión. No solamente
que lo leas una o dos veces. Que medites
sobre los conceptos que se han expresado en el texto y los analices de la forma
más objetiva posible, y que Allah nos guíe para entender objetivamente la
realidad.
Autor: Abu Bakr Gallego, desde Damasco.
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