Los sistemas de gobiernos basados en ideas y conceptos elaborados por
los seres humanos han probado estar destinados al fracaso. Las razones
son diversas, algunas tienen que ver con la implementación de sus leyes o
con la ausencia de un sistema que favorezca la observancia de las
mismas, liderazgo, etc. Sin embargo la raíz del problema es la fuente
misma de donde emanan en su totalidad: el intelecto humano.
En cada invididuo la mente procesa la información de manera diferente,
cada individuo tiene sus propios intereses y cada invididuo tiene y
gestiona sus emociones de manera diferente. Por esta razón es que las
leyes emanadas del intelecto siempre tendrán las siguientes
características: beneficiarán a unos sobre otros, cambiarán con el
tiempo y serán ineficaces dados los límites cognitivos de la mente
humana. El ser humano no tiene la capacidad de conocer el futuro ni
conoce la esencia de las cosas y seres de la creación. Su punto de vista
es siempre subjetivo y sometido a deseos, caprichos y muchos factores
más.
En contraste la legislación del Islam no emana del intelecto sino del
conocimiento absoluto que Allah subhana wa ta'ala tiene de Su creación. Y
la aplicación de sus leyes no subjetivas previene el conflicto de
intereses y la corrupción de la ley, pues los valores en los que se
basan son constantes durante el tiempo. No como en el caso de los
sistemas del hombre que se corrompen porque quien tiene el poder
económico y político es quien legisla y legisla para su conveniencia. El
problema de la imparcialidad no existe en el Islam, dado que es Allah
el soberano absoluto, el gobernador y legislador: el arbitro entre sus
siervos que por cierto son todos iguales en derechos y obligaciones ante
la ley.
En las sociedades actuales, hasta hace 100 años la homosexualidad era
vista como una abominación y los asesinatos duramente castigados. Hoy en
día a los asesinos no se les ve como criminales sino como enfermos
mentales y cada vez es más frecuente leer que en lugar de ser puestos en
un reclusorio se los pone en un hospital psiquiátrico y en algunos
casos hasta se los vuelve a dejar libres. De hecho hoy día son los
disidentes del sistema capitalista quienes reciben peor trato por parte
de las autoridades quienes los tratan peor que a los criminales (los
torturan, los desaparecen, los encarcelan, los difaman, etc.)
Sin embargo hay un factor histórico que aún sigue haciendo creer a la
gente que la soberanía legislativa le pertenece al ser humano y que este
pensamiento es el único que podrá traer justicia a la humanidad. Por
siglos los europeos vivieron subyugados a reinos absolutistas y
teocráticos donde un invididuo gobernaba en nombre de Dios. Y
precisamente por su calidad de representante de la divinidad era inmune y
escapaba a toda rendición de cuentas. Él no gobernaba básandose en una
revelación, ni siquiera en una metodología definida por algún profeta.
Las leyes y códigos provenían de su intelecto o de la mente de sus
consejeros, pero como los pronuciaba en nombre de Dios esto al largo
plazo generó una aversión a todo elemento "divino" en los asuntos de
gobierno. Así es como la separación Iglesia-Estado que lidereó la
revolución francesa persiste hasta nuestros días sobre todo en
occidente.
Sin embargo para los musulmanes la experiencia fue totalmente opuesta
pues la civilización islámica sólo surgió luego de que los árabes
implementaran el Corán y la sunnah en los diferentes aspectos de la vida
y reemplazaran el protagonismo del intelecto humano con la autoridad de
la sabiduría divina extraida de los inalterados textos. Así fue como
mientras los europeos de la edad Media vivían en la oscuridad, la
ignorancia y la suciedad los musulmanes del Al Andalus y el resto de los
territorios donde se regía con la sharia disfrutaban de prosperidad y
progreso científico. Y obviamente no es una casualidad que está parte de
la historia no sea estudiada con profundidad, pues pone en evidencia la
superioridad del modelo islámico sobre cualquier otro basado en el
intelecto humano.
El decline de la civilización islámica de hecho devino cuando poco a
poco en diferentes estancias los musulmanes comenzaron a adoptar códigos
provenientes de fuentes no islámicas. La derrota política y militar
fueron sólo los desencadenantes de un proceso que había comenzado tiempo
atrás en los circulos académicos, de gobierno y administrativos. Luego
del colapso del califato los musulmanes han abrazado ya una variedad de
ideologías y de formas de gobierno que en todos casos han resultado en
opresión y corrupción, justo como en otras partes del mundo que no se
gobiernan con la sharia. Por está razón es importante dar a conocer las
características del sistema de gobierno islámico, el cual por cierto no
es practicado en la actualidad por ningún país ni produce gobiernos
autocráticos como sus detractores nos han querido hacer creer.
Los fundamentos conceptuales:
El sistema islámico se funda en cuatro principios:
1.La soberanía le pertenece a Allah y a Su ley; no a la gente
2.La autoridad le pertenece a la gente, la ummah por ejemplo (que pone en práctica la ley).
3.La designación de un califa es la obligación de todos los musulmanes.
4.Sólo el califa tiene el derecho de hacer cumplir las leyes islámicas y de promulgar la constitución y códigos.
La esencia del gobierno islámico es la creencia islámica que también es
la base de su constitución. las fuentes de la legislación son el Corán,
sunnah, consenso de los sahaba y qiyas.
Los no musulmanes pueden vivir y practicar sus ritos en el Estado Islámico.
Hay 4 posiciones de gobierno (la del califa, la del delegado asistente,
la de los gobernadores de las provincias, la del mayordomo) todas las
otras posiciones dentro del gobierno son empleados, no gobernadores. O
sea no tienen poder ejecutivo. Los puestos de gobierno son exclusivos
para los musulmanes que cumplan los requisitos establecidos por la
sharia.
La rendición de cuentas, la gran ventaja.
La eficacia del sistema de gobierno islámico que los pueblos sometidos a
los imperios romanos y persas notaron fue sin duda uno de los factores
que facilitó la veloz expansión del califato en los tiempos de los
califas bien guiados. Los mecanismos de transparencia, la vigilancia del
trabajo de los servidores públicos y los mecanismos de rendición de
cuentas que tiene el sistema islámico son sin duda algo que la humanidad
está necesitando urgentemente. Y lo mejor de todo es que el Islam no
sólo es para los musulmanes sino para los no musulmanes que también
deseen disfrutar de sus muchas ventajas.
Someter a los gobernantes a rendición de cuentas es un derecho de los
musulmanes y a la vez fard kifayah (deber colectivo) de ellos. Los no
musulmanes tienen derecho de hacer saber sus quejas en caso de
injusticia y mala aplicación de la ley islámica en ellos.
Los musulmanes tienen derecho a establecer partidos políticos para
cuestionar a sus gobernantes y para acceder a puesto de gobierno a lo
largo de la nación con la condición de que esos partidos estén
EXCLUSIVAMENTE basados en el Islam y sus reglas sean de la shariah. La
formación de estos grupos no requiere licencia por parte del Estado.
Cualquier estado basado en otra cosa que no sea el Islam está prohibido.
Los no musulmanes no tienen derecho de participar en la elección de un
califa. (pueden apoyar el establecimiento del califato como sistema de
gobierno, promoviéndolo pero no pueden elegir al califa).
La asamblea de la ummah, "majlis al ummah" tiene de hecho una función
diferente a las asambleas de los sistemas democráticos por la sencilla
razón de que la legislación no emana de la gente y los puestos
ejecutivos sólo son para musulmanes.
Es decir las asambleas en el Islam tienen la función de representar las
necesidades de la gente, NO de legislar. Igualmente, la otra función fundamental de la asamblea es someter a los gobernantes a la rendición
de cuentas, es decir examinar sus acciones, evaluar su desempeño y
hacerlos responsables.
La gente vota por los miembros que los representarán en una asamblea
regional. Y en la asamblea regional, se eligen a los miembros que
conformarán la asamblea de la ummah.
A través del majlis la gente tiene el derecho de votar en CIERTAS áreas
de políticas públicas. Los miembros que sean MUSLIMS y que estén
calificados en la ley de la sharia, podrán participar en el comité de la
sharia para dar su retroalimentación en la legislación y también podrán
tomar parte en la elección de un nuevo califa.
El califa puede ser removido si alguna de las condiciones necesarias
para calificar como califa dejan de existir (por ejemplo si deja el
islam, si pierde la salud mental o por pecados manifiestos (fisq).
También puede ser removido por causas de fuerza mayor como enfermedad,
secuestro sin posibilidades de rescate, etc.
Los no musulmanes NO pueden estar en dicho comité ni opinar en asuntos
legislativos puesto que la creencia islámica es una condición para esto.
La condición social de los no musulmanes es diferente a la de los
musulmanes puesto que los musulmanes están ligados a través de la promesa
de lealtad (bay'ah) y ellos, los no musulmanes, están sujetos por medio
del contrato de la dhimma. Entre otras ventajas que tienen los no
musulmanes es que no están obligados a ser parte de la armada del
califato pero sí reciben su protección.
Fuentes:
An Nabahani Taqiuddin. The System of Islam (Nidham ul Islam). Al Khilafah publications. London. 2002
www.hizb-ut-tahrir.org/PDF/EN/en_books_pdf/system_of_islam.pdf
http://www.khilafah.com/index.php/the-khilafah/structure/338-council-of-the-ummah-majlis-ul-ummah
Las instituciones del califato, ver los gráficos aquí:http://www.elmanara.org/index.html
http://www.revivalpublications.com/how-the-khilafah-was-destroyed-p-4.html
http://una-ummah.blogspot.com/2011/09/el-renacimiento-intelectual-de-los.html
Fuente:
El blog de Una Ummah
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