El Asno Roñoso de la Cola Cortada / Mangy Ass with the lopped-off tail

Los tres tipos de ayuno

La palabra ayuno proviene del latín, iēiūnium ('que ayuna', 'yeyuno') , que significa vacío (de alimentos) , ayuno, abstinencia, hambre, escualidez, y, poéticamente, también sed . Comparte etimología con la palabra yeyuno (jejunum , ‘Porción intermedia del intestino delgado, situada entre el duodeno y el íleon.’), en uso desde la antigüedad en la forma lat. Iēiūnum, que ...significa originariamente 'que ayuna', pero que ya en Celso, médico del s. I d.C., se aplica al yeyuno; en realidad es un calco del gr. nēstis, 'ayuno', que tiene el significado de 'yeyuno', ya en Hipócrates, médico del s. V a.C., por el hecho de aparecer siempre vacío en las disecciones.

El ayuno, pues, es la abstinencia –en el sentido de renuncia o privación voluntarias- de substancias o estímulos externos, (también de acciones, que suponen un contacto con el exterior, con el entorno), de manera que facilita un mayor contacto con nuestro interior, al favorecer esa desconexión con todo lo externo, al menos con lo más principal.

El objetivo del ayuno, al menos el objetivo tradicional (porque en el mundo contemporáneo se ha llegado a usar también incluso con finalidad política, cosa totalmente ajena a su propósito original), siempre es algún tipo de purificación.
Según el tipo de purificación, que significa literalmente la ‘eliminación de impurezas e imperfecciones’ , podemos distinguir tres tipos de ayuno: ayuno físico, mental y espiritual.


En el ayuno físico se busca la purificación del cuerpo, para conseguir que elimine el máximo de impurezas físicas (toxinas). Para ello, se evita la introducción (de substancias) por los orificios naturales de entrada que tiene el cuerpo (en particular, boca y vagina). Consiste, así, principalmente, en limitar o suprimir durante un cierto tiempo la ingesta oral de alimentos, bebidas y/o medicamentos, evitando así que lleguen al estómago e inicien procesos de digestión o estimulación orgánica en general. También, suele incorporar la abstinencia sexual, con la idea de evitar un consumo energético extra y facilitar el reposo de todos los sistemas orgánicos. El ejemplo típico de este tipo de ayuno físico es el ayuno terapéutico, con diversas modalidades según las escuelas, sobre todo en el campo del naturismo y la medicina natural.

En el ayuno mental se busca la purificación de la mente, evitando la (sobre)estimulación externa habitual, para poder concentrarse y dirigir la atención hacia los procesos internos, facilitando así la autoconsciencia y la claridad de mente para poder pulir o refinar el propio carácter y reducir las imperfecciones propias del alma (las tendencias del ego), y lograr su perfeccionamiento. Consiste en la privación sensorial , el reposo de los cinco sentidos (vista, oído, gusto, olfato, tacto), evitando para ello cualquier estímulo específico que se recibe por esas vías de la percepción. Significa limitar la visión, la escucha, el saboreo (-aspecto ya implícito en el ayuno físico-), la olfacción y la impresión táctil, reduciendo todos los estímulos sensoriales (bajar la vista o cerrar los ojos, evitar ruidos y música estridente, evitar chupar, mascar y hacer gárgaras, evitar perfumes y olores fuertes, evitar tocar y ser tocado). El resultado, en primera instancia, es una relajación muscular generalizada, que permite entrar en estados alterados de consciencia , y esa consciencia diferente puede facilitar, a su vez, percepciones nuevas de uno mismo. La terapia de flotación , mediante las cámaras, bañeras o tanques de flotación o aislamiento sensorial sería un ejemplo de tecnología moderna para lograr este tipo de ayuno mental.

A menudo, el ayuno físico y el mental se combinan para obtener un mayor efecto global, y su combinación ya supone otra dimensión más profunda, con un objetivo más trascendente, lo que nos sitúa de hecho en el ayuno que llamamos espiritual.

En el ayuno espiritual se busca la purificación del espíritu, pero ¿qué significa purificar el espíritu? Y ¿qué es el espíritu? Aquí entramos en un terreno ambiguo, cuya concreción depende de cada disciplina y escuela que lo considere. Nos referiremos aquí a la espiritualidad como el conjunto de prácticas que se realizan dentro de un contexto sociocultural determinado con el objetivo explícito de comunicarse con la divinidad en vías de prepararse para la muerte física. En este sentido, el ayuno espiritual es una práctica situada siempre dentro de un contexto religioso concreto, y tiene características especiales y distintivas dependiendo de la religión en particular. Así, existe el ayuno judío, cristiano, islámico, budista, etc. En general, el ayuno es práctica ascética habitual en todas las religiones. El ayuno espiritual consiste en un ayuno específico, que engloba aspectos físicos y mentales con un objetivo trascendente. Lo que distingue, pues, al ayuno espiritual del físico y el mental, tanto considerados por separado como combinados, es el objetivo.

Así como en el ayuno físico suele predominar un objetivo saludable, y en el ayuno mental un objetivo relajante, en el ayuno espiritual esos dos objetivos pueden estar presentes también, uno u otro o ambos, sin ser imprescindibles; lo imprescindible, en el ayuno espiritual, es el objetivo trascendente, en el sentido de buscar la mejor disposición, física y mental, para comunicarse con la divinidad, y ello, en ocasiones, puede comportar riesgos para la salud (física y/o mental), que pueden asumirse como un mal menor, un precio razonable o moneda de cambio para una consecución de orden superior.

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