Hace poco me he topado de nuevo con otra traducción de este poema del shayj al-Alawi. Es verdad que ya la habíamos comentado en otro sitio, pero me he animado a revisar de nuevo la traducción y mis comentarios, que hice bastante deprisa, durante el Ramadán pasado. Me hubiese gustado poder ponerlo en árabe, pero voy a hacer uso de la transcripción y la traducción de www.musulmanesandaluces.org.
Quiero aclarar que esto lo hago por mi cuenta y riesgo, basado en mi experiencia y en lo que he aprendido del camino con el tiempo, como ayuda a quienes, como un servidor, tratan de seguir el camino, pues en estas palabras del shayj hay muchas y muy buenas instrucciones. No estoy a la altura de las palabras del shayj al-Alawi, ni tan siquiera puedo tener pretensiones de que lo haya entendido bien, por lo que pido a Dios que me proteja, que me perdone si yerro en algo y no me deje caer en el extravío de mis propias opiniones.
Para quienes quieran tener una perspectiva más certera les remito a alguien fiable en este aspecto, como es el propio Shayj y a la traducción del primer poema del diván, que es más completo que éste y que acompaña al comentario a la azora de la Estrella en el libro "Revelación y presencia divina", Almuzara, 2010.
1. wa in aradta nísbatan lil-‘ârifînSi quieres tener un vínculo con los sabios,
fa-la-urîka t-tarîqata ba‘da hîn
te mostraré el camino en un momento.
El Shayj siempre ha insistido en que quien hace ver que este camino es imposible o difícil te está engañando. El camino es fácil, Dios está más cerca de nosotros que nuestra yugular, el problema es la separación que nuestra individualidad nos produce. Vivimos atrapadas por lo menos real sin entender el objetivo.
2. dzíkru t-tasáwwufi yáhsunu lit-tanbîh
La mención del Tasawwuf hará que se le preste más atención,
adzkuruhu jitâman lir-rághbati fîh
y lo cito, finalmente, para aumentar el deseo en él.
Porque aquí no solo va a hablar del tasawwuf como "conocimiento del tasawwuf", sino realmente del camino hacia la realización, que está por encima de nombres y definiciones.
3. fa-‘ilmu l-qáumi yûjadzu min at-tançîl
La Ciencia de la Tribu es obtenido de la Revelación.
wa l-‘ârifûna bil-haqîqati qalîl
[pero] los conocedores de la Esencia son pocos,
La ciencia del qawn, de la Tribu, proviene de la Revelación. Esto significa dos cosas: se basa en el Libro y en la sunna, las manifestaciones de la revelación, y se sujetan a ellas sin que haya nada fuera de ellas. Pero también significa que, aunque el Libro y la sunna hayan quedado cerradas con el paso del Profeta a la Otra vida, sigue existiendo una revelación y un descenso (tanzil etimológicamente es descenso, como el de la lluvia) de Dios al mundo. Dios se sigue mostrando continuamente en Su creación, con lo cual, para quien sabe ver realmente las cosas es capaz de apercibirse de tal hecho, pero estos no son sino unos
4. wa lâ tajlû l-a‘sâru min wuÿûdihim
pero no hay época vacía de su existencia.
baqíyatu llâhi li-yuhtadà bihim
es lo que permanece de Dios, para guiar a su través.
Además de ser quienes contemplan la Realidad tal y como es, por el hecho de esa contemplación pasan a ser reales: por eso no pueden faltar en ningún momento, porque sin ellos este mundo se desvanecería en la mentira. Ellos permanecen por Dios, están en el estado de baqa bi-llāh, y por Él permanecen, guiando hacia Él. No es algo que les pertenezca, o hagan por propia iniciativa, es Dios quien decide y guía a través de ellos.
5. fa-humu l-qáumu lâ yashqà ÿalîsuhum
Son la Tribu [de quien el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, ha dicho que] no hay congoja para quien se sienta con ellos.
fa-káifa hâlu man tamássaka bihim
así que ¿cómo será quien se aferre a ellos?
Los amigos de Dios, los awliyā', son los que Dios ha dicho que no sentirán miedo ni congoja. Son una gente que, cuando recuerdan a Dios, Dios los recuerda en una asamblea aun mejor. Y si alguien se acerca ellos, aunque sea un pecador, Dios lo perdona. Así que, si uno trata de emularles y acercarse a ellos, Dios lo acoge y lo acerca a Él, siempre que sea sincero.
6. tarîquhum qad háqqaqat nísbatuhâ
La Vía (que siguen) verifica su ascendencia
lil-mustafà bihi kâna ttisâluhâ
hasta llegar al Elegido, y con él se comunica.
Su camino, su método, asegura su pertenencia a la vía del Elegido. Sus prácticas, sus conocimientos y sus estados no solo están basados en la sunna y en el Corán, con lo cual son legítimos, sino que además su naturaleza interior se acopla a la del Enviado, la paz y las bendiciones san con él, y por lo tanto, con él disfrutan de sus frutos. Es por su mediación que alcanza la divina presencia, y por él tienen parte en aquello que llega de Dios.
7. nísbatuhâ fî sh-shár‘i nísbatu l-lubâb
Su relación con la Sharî‘a es la propia de quienes poseen intelecto
ghâyatun lil-háqqi ma‘a ráf‘i l-hiÿâb
y su objetivo es la Verdad con la supresión del Velo.
Su relación con la sharia, con la Ley divina, es la de los que se van a la esencia de las cosas: buscan la orden del Legislador en toda cosa, aplicándola en su realidad, sin perderse en discusiones inútiles. Aplican la sabiduría que Dios les otorga, y saben encontrar la Orden divina en todo aquello que se les plantea. Pero su objetivo no es simplemente pietista: pretenden, con esta obediencia a la Ley, dirigirse hacia la Verdad, encontrarla, y descorrer el velo que la cubre. Su exterior se dirige por la Orden, aunque ellos saben bien quien ordena y quien es el ordenado. Mantienen el velo para los demás por respeto al Creador, pero su deseo es conocerle sin ningún intermedio.
8. áhlu s-suffati nísbatuhum yâ man safâ
La Gente de la Suffa son su origen, ¡oh, tú que te purificas!:
báinahum tanâsubun fa-lâ yajfà
entre ambos términos hay una correspondencia que no es oscura.
La gente del Sofá son el antecendente de la Tribu durante la vida del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él. Esperaban a su puerta día y noche, viviendo solo para la adoración, esperando a que el Profeta les instruyese y se sentase con ellos. Y con ello buscaban la purificación de sus almas.
9. wâhidatun tuwáddihu zalâzata
un asunto que tiene tres partes
al-ibtidâa t-tawássuta n-nihâyata
el principio, el medio, el final.
10. fa-yábtadî bi-táubatin muháqqaqa
Se comienza con un verdadero arrepentimiento.
súhbatu sh-sháiji wáÿabat fî t-tarîqa
La compañía del Shayj es necesaria en el camino
El comienzo del camino es la tawba, el arrepentimiento, de tanto lo malo como lo bueno. Es comenzar el regreso desde el mundo a su Creador. Es el primer paso necesario para el murid, y todos los maestros han insistido en ello.
Para que esta conversión tenga frutos, hace falta la compañía de una maestro, alguien que tenga control sobre su alma, y haga de esta conversión algo completo y un transcurso por el camino.
11. wa níyyatun sâlihatun tíbqa l-murâd
Y una intención correcta, dirigida hacia el deseado
dawâmun fî t-tawáÿÿuhi ilà l-abad
manteniéndose concentrado para siempre.
La intención es el fundamento de toda obra (las obras son por sus intenciones, dice el hadiz). En este asunto, la intención lo es todo: si la intención no es sana, no es correcta, no se alcanza al deseado. No puede haber interferencia. Por eso los sufíes han dedicado tanto esfuerzo a describir y orientar a los caminantes en las trampas del alma, para que conozcan todas las posibles afecciones de la intención. Solo si la intención es pura y clara, se puede llegar a mantener para siempre, concentrado en Dios, sin que nada más moleste. Porque si no:
12. wa ma‘nà n-níyyati an tás‘à bi-aiqân
Intención significa que te esfuerces con certeza
fî tálabi lâhi ‘alà ná‘ti l-‘ayân
en la búsqueda de la Verdad con el ojo del corazón.
se carece de una certeza que obligue al alma a actuar. Si no se queda en un puro deseo y en un voluntarismo. Este arte tiene estados y obras, si no, no hay nada. La certeza solo se alcanza cuando se ve a Dios con la clarividencia ('ayan), pero para llegar a ella hace falta el esfuerzo, aunque la obtención de ella es un dos que Dios da a quien Él quiere.
13. wa táwbatu tasíhhu bi-zalâzatin
el arrepentimiento es adecuado si cumples con tres condiciones
iqlâ‘un i‘tirâfun wa nadâmatin
propósito de enmienda, reconocimiento de la incapacidad y lamento del tiempo perdido.
Este principio se aplica tanto para el arrepentimiento de los actos como del olvido. Un verdadero arrepentimiento tiene que comenzar con propósito de no regresar al estado de falta anterior, sino no es verdadero. La segunda condición es que se reconozca la propia impotencia. Somo seres imperfectos, y la falta es parte de nuestra naturaleza. Si no reconocemos tal hecho no podremos encontrar el camino hacia la misericordia divina que nos libre de ello, y el tercero es el reconocimiento de que el estado de falta nos suponía un prejuicio, con lo que queremos evitar el regreso a él.
14. ma‘a ráddi l-mazâlimi li-áhlihâ
restituyendo lo usurpado a su gente
in amkanta ka-‘tidzârin li-rábbihâ
si te es posible, como disculpa ante su Señor.
El propósito de enmienda comienza con la restitución de aquello que se ha dañado: así como el ladrón restituye lo robado, el opresor compensando al oprimido, el asesino pagando con su propia vida, el que pretende a Dios y ha vivido en el olvido debe restituir su olvido con el recuerdo, cumpliendo con los derechos del Señor que ha transgredido. Y si ha vivido en la separación regresando a la Unión. Pero como Dios ha hecho de esta religión facilidad, todo ello hasta donde es posible.
15. qiyâmu l-farâidi ma‘a s-sunan
Realizando las faridas junto a las sunnas.
tafáqquhun fî d-dîni hasbamâ ámkan
Profundizar en el conocimiento del Islam, según las posibilidades.
Y el establecimiento y la permanencia de aquello que le es obligatorio, además de añadir aquello que es voluntario y que le compete, pues este es el camino del fortalecimiento en la religión, hasta donde llegue la capacidad de uno.
16. wa húsnu s-sáiri hakadzâ ilà l-mamât
y comportamiento hermoso, así hasta la muerte,
fal-‘íbratu bil-jâtimati lâ bimâ fât
pues lo considerado es el momento final, no el pasado.
Y un discurrir virtuoso, que se debe acompañar hasta la muerte. si no hay una virtud interior, por mucho que se cumplan con las obras no hay garantía de que vayan a servir de nada en la Otra vida: si el final no tiene el broche de grandeza que conceden las cualidades interiores, entonces lo pasado no sirve para nada. Por eso el shayj al-Alawi enseñaba a pedir en cada oración: ¡Oh Dios mío, nuestra muerte, haz que sea con un final hermoso!
Y puesto que ningún alma conoce en que tierra perecerá, cada momento debe estar refrendado por tal virtud; cada soplo debe ser como el último.
17. wa hadzâ lil-mubtadîi ‘alà l-aqall
Esto es para el principiante, en cuanto a exigencia mínima.
wa s-sâdiqu wâÿibuhu an yatanaffal
Pero el sincero, su obligación es ir más allá,
Para quien cumple con esto, y quiere llegar a más, además debe cumplir con más requisitos, pues aunque la guía y el éxito dependan del Señor, al siervo se le requiere el esfuerzo de adorar hasta que se le conceda la certeza...
18. fal-iÿtihâdu dâiman ná‘tu l-murîd
pues el esfuerzo es la naturaleza del aspirante
al-mutawaÿÿih tâliban il-maçîd
la del concentrado, la búsqueda de más.
El esfuerzo es la característica de quienes comienzan en la vía y siguen el camino. Pero el que está concentrado, cuyo vínculo y compromiso es sincero, además, quiere más.
19. taÿiduhu muwâdiban mú‘takifan
Encontrarás que es constante, siempre atento y concentrado
li-dzíkrihi wa bil-bírri múttasifan
en su recuerdo [de Dios], y adornado con la virtud.
20. wa in dâma yasrî fîhi nûru d-dzíkri
Si así se mantiene, fluye por él la luz del Dzikr
tuhádzdzabu ajlâquhu kamâ nadrî
suavizando su naturaleza como es sabido
21. hattà yasîra sáfwatan bilâ kádar
hasta que se convierte en pureza refinada sin turbiedad
tubáddalu awsâfuhu wásfun âjar
y su descripción es sustituida por otra Cualificación.
El recuerdo de Dios, para los sufíes, no es sólo lo que es para la mayoría. Además de un acto de adoración debido a Dios, un remedio para el olvido, o un acicate para evitar las malas acciones, es una manera de invocación, por la cual, si la concentración es total, la contemplación del evocado efectiva y la comprensión suficiente, se convierte en una luz y una fuerza interior que transforma al que recuerda. Esta transformación hace que las propias cualidades desaparezcan en las cualidades del Nombrado. Así se cumple la Unidad de los Atributos, y donde antes había imperfección, limitación, precariedad, aparece la perfección, la eternidad y la infinitud de los Atributos divinos.
22. yakûnu dâiman qawíyan hâçiman
Por siempre será fuerte, resuelto,
fî t-tâ‘ati mú‘takifan mulâçiman
consagrado a la obediencia, firmemente adherido,
Porque a través del recuerdo el mantenimiento será por Dios, no por Él mismo, por lo que no se verá sujeto a las limitaciones y caprichos del alma.
23. muqâshihân li-náfsihi muhâsiban
frugal consigo mismo, vigilante,
mutawáÿÿihan lillâhi áidan râghiban
orientado hacia Allah, y también anhelante,
Se concede poco a sí mismo, sin darse importancia, ni concederse más que los derechos que su Señor le ha otorgado; e incluso en ese caso trata de que sean los mínimos. Además mantiene una vigilancia activa sobre sí mismo, desconfiado de los trucos del alma. Se mantiene concentrado en Dios, siempre deseoso de su encuentro con Él.
24. wa jâifan wa râÿian wa habîban
temeroso, esperanzado, amante,
wa sâhilan wa láyyinan wa qarîban
fácil, suave, próximo,
25. muhtásiban wa hâmidan wa shâkiran
pendiente de Allah, elogiador, agradecido,
mu‘tásiman wa râdian wa sâbiran
aferrado a Allah, complacido, paciente,
26. wa mújlisan wa çâhidan wa wári‘an
puro en la sinceridad, austero, moderado,
shadîda l-‘áçmi ‘âmilan lâ ÿâçi‘an
de poderosa voluntad, activo, no desasosegado,
27. wa tâhira l-qalbi min al-wásfi l-madzmûm
con el corazón limpio de todo atributo censurable,
lâ hásadan lâ ‘áÿaban lâ tashâ-um
sin envidia, sin arrogancia, sin pesimismo.
28. wa hadzâ fîhi shártun ‘alà l-kamâl
Todo esto es condición de plenitud,
wa qad yáqa‘u fî s-sáiri bá‘du l-ijlâl
pero durante la peregrinación pueden tener lugar alguna ruptura,
Estas son las características que deben adornar al murid sincero, que las obtiene con el trabajo en el recuerdo de Dios y el trabajo de su alma en el trato con el shayj y los fuqara. Es una necesidad del camino, puesto que el sufismo es cortesía y buen carácter, tal y como ha manifestado el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, cuando dijo: "he sido enviado para perfeccionar el carácter". Y aunque tal perfección solo se alcance al final y se presenten imperfecciones por el camino, no debe cesar en su intento.
Autor: SidnurFuente: http://sufismoyotrostemas.blogspot.com
Publicado en WebIslam
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