El Asno Roñoso de la Cola Cortada / Mangy Ass with the lopped-off tail

La usura, las transacciones prohibidas en el comercio y la economía

En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

El propósito de esta conferencia es llamar la atención sobre la gravedad y trascendencia de la usura y sus efectos en la persona y en la sociedad.

Es muy significativa la contundencia de la prohibición en el Corán y la Sunna y, sin embargo, sorprende la poca conciencia y conocimiento que se tiene de ella.

Dice Allah en el Corán:

“Aquéllos que comen la usura, no se levantarán sino como se levanta el que derriba el Shaitán al tocarlo. Eso es porque dicen; la compraventa no es sino como la usura, y Allah ha hecho lícita la compraventa y ha hecho ilícita la usura. Así pues a quien le llegue una exhortación de su Señor y cese, tendrá lo que esté consumado y su caso se remitirá a Allah, y quien reincida, ésos son los compañeros del Fuego, en él serán inmortales. Allah borra la usura y hace crecer las dádivas (sadaqas); Allah no ama a ningún renegado, malvado. En verdad aquéllos que creen y llevan a cabo las acciones de rectitud y establecen la oración y entregan el zakat, tendrán sus recompensas junto a su Señor y no habrá temor sobre ellos ni serán entristecidos. ¡Vosotros que creéis, guardaos de Allah y dejad lo que quede de usura si sois creyentes, y si no lo hacéis se os anuncia una guerra por parte de Allah y Su mensajero, y si os volvéis atrás, tendréis vuestros capitales (las bases de vuestras riquezas), no seréis injustos ni se será injusto con vosotros, y si (el deudor) está en dificultad, esperad hasta que tenga facilidad, y si dais con generosidad (perdonando) será mejor para vosotros si supierais” (Surat Al Baqara, 275).

El Qadi Abu Bakr Ibn Al ‘Arabi, en su comentario del Corán, llamado “Ahkamul-Qur-án”–Los juicios del Corán- dice que esta aleya forma parte de los fundamentos del Din.

Pero antes de comentarla procede adelantar alguna definición de la usura. El término árabe significa aumento, incremento, exceso, y se suele definir como el aumento carente de una compensación correspondiente.

En cuanto al término castellano con el que traducimos riba, usura, procede del latin usura, que significa el uso o disfrute de una cosa y de ahí pasa a significar el disfrute de lo prestado y también el rédito o interés por lo prestado, lo que implica que se cobra interés por el uso de lo prestado, que en el caso del dinero equivale a alquilarlo.

Y en el diccionario de la RAE encontramos: Usura (del latín usura) Interés que se lleva por el dinero o el género en el contrato de mutuo o préstamo . 2. Este mismo contrato. 3. Interés excesivo en un préstamo. 4. Fig. Ganancia, fruto, utilidad o aumento que se saca de una cosa, especialmente cuando es excesivo. Pagar a uno con usura. fr. fig. Corresponder a un beneficio o buena obra con otra mayor o con sumo agradecimiento. Este último significado existe también entre los significados de “riba” en árabe.

[El contrato de mutuo se define como: Contrato real en que se da dinero, aceite, granos u otra cosa fungible (que se consume con el uso), de suerte que la haga suya el que la recibe, obligándose a restituir la misma cantidad de igual género en día señalado. En el derecho romano no tenía interés o rédito alguno, pero sí en el derecho español. El contrato real es aquel que para el nacimiento de las obligaciones requiere, además del consentimiento, la entrega de cosas, como el simple préstamo, el comodato, la prenda y el depósito. Comodato: Contrato por el cual se da o recibe prestada una cosa de las que pueden usarse sin destruirse, para servirse de ella con la obligación de restituirla.]
Volviendo a las aleyas del Corán:

"Los que comen la usura no se levantarán sino como se levanta el que derriba el Shaitán al tocarlo". Es decir: No se levantarán de sus tumbas el día del resurgimiento sino en un estado como el que sufre un ataque de locura. En la recitación de Ibn Mas’ud: “No se levantarán el día del Levantamiento sino como se levanta...” Dice Ibn ‘Atiya que se compara al que se levanta con ambición y codicia hacia el negocio de este mundo con el levantarse del loco.

Se ha transmitido que sus vientres serán como habitáculos enormes, de manera que al intentar levantarse caerán derribados. De Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, que dijo: El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Cuando se me hizo viajar de noche hasta el cielo vi unos hombres cuyos vientres eran como casas en las que había serpientes que se veían desde el exterior de sus vientres, y dije: ¿Quiénes son éstos, Yˆibril? Y dijo: Los que comen la usura”.

El trastorno que provoca la usura está conectado a su propia condición. Ellos dicen que la compraventa, el comercio, es como la usura, pero Allah responde declarando que Él ha hecho lícito, y por lo tanto beneficioso, el comprar y vender, mientras que ha hecho intocable, que es lo que significa haram, la usura, el aumento no justificado en la transacción. Si la compraventa es la actividad natural por la que los hombres se benefician unos de otros en las cosas materiales, la usura es la perversión de esta actividad y tal perversión genera locura, altera el orden natural de las cosas. Como dijo el poeta: la usura es contra natura.

Comentando las palabras de Allah: "Dicen: la compraventa no es sino como la usura". Los comentaristas del Corán dicen que el orden en el que se expresa la comparación implica que consideran la usura la base a la que se compara la compraventa, pues tendrían que haber dicho: la usura es como la compraventa. Y añaden que en la época anterior al Islam, conocida como la Yahiliya, cuando vencía el plazo de una deuda, decía el deudor: dame más plazo y te daré más cantidad y lo hacían y decían: es igual para nosotros el aumento que hay en la venta con la ganancia o al cumplir la deuda, es de mutuo acuerdo; y Allah los desmiente con Sus palabras: "Y Allah ha hecho halal la compraventa y ha hecho haram la usura". Porque quien vende un dirham por dos dirhams, pierde un dirham sin provecho, contrariamente a quien compra una mercancía por un dirham y la vende por dos dirhams.

Y Allah añade a continuación: "Allah borra la usura y hace crecer las dádivas". Es decir se lleva cualquier bendición que pudiera haber en la usura y hace crecer y aumenta el beneficio y la recompensa de las sadaqas (siendo, la sadaqa por excelencia, el zakat; de hecho en el lenguaje del Corán y de la Sunna se alude a menudo al zakat con la palabra sadaqa). Se dice en el hadiz: “Cuando el siervo da unasadaqa, Allah la hace crecer para él como uno de vosotros cría a su potro, hasta que es en su balanza como uno (en otra transmisión hasta que el bocado que dio como sadaqa se convierte en una persona en la recompensa)”. La raíz de usura (riba) es la misma que el verbo traducido como “hace crecer”. Allah anula el aumento que es la usura y hace crecer lo que, en apariencia, es una pérdida, lo que se da con generosidad.

Después dice: "Allah no ama a ningún renegado, malvado". La palabra renegado (kaffar, forma intensiva de kafir) se refiere al que hace lícita la usura y con malvado al que la practica.

Más adelante Allah exhorta a los creyentes a abandonar la usura y les anuncia en caso de no hacerlo una guerra por Su parte y la de Su mensajero. No hay otro lugar en el Corán donde Allah declare por Su parte y la de Su mensajero una guerra contra quien no abandone algo de lo que ha prohibido.

En una ocasión dijo ‘Umar sobre el mimbar: ¡Gentes! La aleya de la usura es lo último que descendió sobre vuestro Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, y si viviera os habría aclarado muchos aspectos que no sabéis, así pues guardaos de la usura y de la sospecha.

En cuanto a lo que se recoge en los hadices en relación a la gravedad de la usura, encontramos transmitido por Yabir, que Allah esté complacido con él, que el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Allah ha maldecido al que come la usura, al que la da a comer (el que la acepta), al que la escribe y a los testigos. Y dijo: Ellos son iguales”. Lo transmitió Muslim.

Y de Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, que el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Evitad las siete que llevan a la perdición. Dijeron: ¡Mensajero de Allah! ¿Y cuáles son? Dijo: Asociar con Allah, la magia, matar a la persona que Allah ha hecho inviolable excepto con la verdad, comer la usura, comer la riqueza del huérfano, dar la espalda el día del avance (en la lucha en el camino de Allah) y calumniar a las mujeres honestas, descuidadas, creyentes”. Lo transmitieron Bujari yMuslim.

Y de Ibn Mas’ud, que Allah esté complacido con él, que el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “La usura son setenta y tres ramas, la más leve de ellas es como que un hombre mantenga relaciones sexuales con su madre”. Lo transmitió al-Hakim que lo refrendó. En otra transmisión dijo, que Allah le dé Su gracia y paz: “La usura son noventa y nueve puertas la más baja de ellas es como que un hombre vaya a su madre (es decir fornique con ella)”. Y dijo el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz: “Un dirham de usura que coma un hombre sabiéndolo es más grave ante Allah que treinta y seis fornicaciones (o adulterios)”. Lo transmitió Ahmad y dijoal-Haizami: Sus hombres (los del hadiz) son hombres de lo autentificado.

Y de ‘Abdullah Ibn Mas’ud, que dijo: “Cuando la fornicación y la usura se hacen manifiestos en una ciudad, (sus habitantes) habrán hecho lícito para sí mismos el castigo de Allah”. Lo transmitió al-Hakim que lo autentificó. Y de Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, del Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, que dijo: “Le llegará un tiempo a la gente en el que al hombre no le importará de dónde obtiene su riqueza, si es de lo lícito o de lo ilícito”. Lo transmitió al Bujari. Y de Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Le vendrá un tiempo a la gente en el que no quede nadie que no coma la usura, y si no la come le llegará algo de su polvo”. Al-Hakim, las sunnas de Abu Daude Ibn Mayˆa, an-Nasái...

Dice Ibn Rushd en “Bidayatul-Muyˆtahid”: La gente de conocimiento coincide en que la usura se da en dos cosas: En la compraventa y en lo que queda establecido en la responsabilidad de alguien, ya sea compraventa, préstamo u otra cosa.

La usura en lo que se establece en la responsabilidad de alguien, es de dos tipos, uno sobre el que hay unanimidad que es la usura de la yahiliya (el interés en un préstamo) y que está prohibida y que es a la que se refiere el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, con sus palabras en el Hayy de la Despedida: “La usura de layahiliya está anulada y la primera usura que anulo es la usura de al-‘Abbás Ibn ‘Abdil-Muttalib”. Y la segunda es “Rebaja y cobra antes”, es decir si me perdonas algo de la deuda te la pago antes o si me pagas antes te rebajo algo de la deuda. Y sobre ésta hay discrepancia (si bien en el “Muwatta” se desaprueba).

En cuanto a la usura en la compraventa, la gente de conocimiento está de acuerdo en que es de dos clases: Nasía y tafadul. Nasía alude a la demora y tafadul al exceso o diferencia cuantitativa.

En un conocido hadiz que transmite ‘Ubada Ibn as-Samit, dijo: “Escuché al Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, prohibir la compraventa de oro por oro, plata por plata, trigo por trigo, cebada por cebada, dátiles por dátiles, sal por sal, excepto igual por igual, presente por presente y, quien aumente o, pida que se aumente, habrá cometido usura”.

Recoge al-Qurtubí en su comentario del Corán: Y en un hadiz transmitido por los imames, siendo su expresión de ad-Daraqutni, de ‘Ali, que Allah esté complacido con él, que dijo: El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “El dinar por el dinar y el dirham por el dirham, sin exceso (diferencia cuantitativa) entre ellos, quien tenga necesidad de plata que la cambie por oro y quien tenga necesidad de oro que lo cambie por plata, toma y dame (lit. toma y toma)”. Al hablar de dinar ydirham se refiere al oro y la plata acuñados como moneda, por lo que ya sea plata blanca o negra y oro rojo o amarillo, no está permitido vender uno por otro sino es igual por igual.

Dice al Qurtubí también: “Dice al-Jattabi, at-tibr (la pepita o el mineral en bruto) es el trozo de oro y de plata antes de ser acuñados y marcados como dinares o dirhams y al-‘ain son los dinares y dirhams acuñados. Y el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, prohibió que se vendiera (o comprara) el peso de oro acuñado por un peso y algo (más) de pepitas sin acuñar al igual que prohibió la diferencia entre plata acuñada y no acuñada. Él dijo: Su pepita y su moneda son iguales”.

[Esto implica que al acuñar oro y plata el precio del trabajo de acuñar no puede ser gravado en la moneda].

Entre lo que recoge el Muwatta del Imam Malik encontramos:

Me relató Yahya, de Malik; de Yahya Ibn Sa’id que dijo: “El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, mandó a los dos Sa’d (1) que vendieran una vasija de oro o plata que procedía del botín. Y vendieron cada tres por cuatro monedas o cada cuatro por tres monedas (duda el transmisor). Y el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, les dijo: Habéis cometido usura, devolvedlo”.

Y me relató, Malik, de Musa Ibn Abi Tamim, de al-Hubab Sa’id Ibn Yasar, de Abu Huraira, que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “El dinar por el dinar, el dirham por el dirham, sin aumento entre ambos”.

Y me relató, Malik, de Nafi’, de Sa’id al-Judri, que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “No vendáis oro por oro excepto igual por igual. Y no aumentéis una pieza sobre otra. Ni vendáis plata por plata excepto igual por igual. Y no aumentéis una pieza sobre otra. Ni vendáis de ello nada que esté ausente por presente”.

Y me relató, Malik, de Humaid Ibn Qais al-Makkí, de Muyahid, que dijo: “Estaba con‘Abdullah Ibn ‘Umar y vino a él un orfebre y le dijo: ¡Abu ‘Abdir-Rahmán! Yo trabajo el oro y luego vendo la pieza que hago por más de su peso, aumentando a ello la medida del trabajo de mi mano. Y ‘Abdullah se lo prohibió. Y el orfebre le insistió en la pregunta y ‘Abdullah se lo prohibió hasta que llegó a la puerta de la mezquita o a un animal que se disponía a montar. Y dijo ‘Abdullah Ibn ‘Umar: El dinar por el dinar, el dirham por eldirham, no hay aumento entre ambos. Este es el legado de nuestro Profeta que nos dejó a nosotros y éste es nuestro legado que os dejamos a vosotros”.

Y me relató, Malik, que le llegó, de su abuelo Malik Ibn ‘Amir, que ‘Uzmán Ibn ‘Affándijo: El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, me dijo: “No vendáis undinar por dos dinares ni un dirham por dos dirhams”.

Y me relató, Zaid Ibn Aslam, de ‘Atá Ibn Yasar, que: “Mu’awia Ibn Abi Sufián vendió una vasija de oro o de plata por más de su peso. Y dijo Abud-Dardá: Escuché al Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, prohibir lo mismo que esto a menos que fuera igual por igual. Y le dijo Mu’awia: No veo en algo como esto mal. Y dijo Abud-Dardá: ¿Quién me excusará de Mu’awia? Yo le informo del Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, y él me informa desde su propia opinión. No estaré en una tierra en la que tú estés. Luego Abud-Dardá fue a ‘Umar Ibn al-Jattab y se lo mencionó y ‘Umar Ibn al-Jattab escribió a Mu’awia diciéndole: No vendas eso excepto igual por igual, peso por peso”.

Y me relató, Malik, de Nafi’, de ‘Abdullah Ibn Umar, que ‘Umar Ibn al-Jattab dijo: “No vendáis oro por oro si no es igual por igual; y no aumentéis una pieza sobre otra. Y no vendáis plata por plata si no es igual por igual; y no aumentéis una pieza sobre la otra. Y no vendáis plata por oro estando uno de los dos ausente y el otro presente. Y si te piden que esperes a que entre en su casa, no lo esperes, temo para vosotros ar-ramá (2). Y ar-ramá es la usura.

Y me relató, Malik, de Yahya Ibn Sa’id, que escuchó a Sa’id Ibn al-Musayyab decir: “Cortar (3) el oro y la plata forma parte de corromper en la tierra”.

Y en el capítulo acerca del cambio dice:

Me relató Yahya, de Malik, de Ibn Shihab, de Malik Ibn Aus Ibn al-Hadazan an-Nasrique: “Buscando cambio de cien dinares, me llamó Talha Ibn ‘Ubaidullah y regateamos hasta que me cambió y tomó el oro dándole vueltas en la mano; luego dijo: Hasta que venga mi tesorero de al-Ghaba (4) y ‘Umar Ibn al-Jattab lo oyó y dijo ‘Umar: ¡Por Allah! que no te separarás de él hasta no haber tomado de él. Luego dijo: El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: El oro por la plata es usura excepto toma y toma (mano a mano) y el trigo por el trigo es usura excepto toma y toma; y los dátiles por los dátiles es usura excepto toma y toma, y la cebada por la cebada es usura excepto toma y toma”.

Y en al capítulo de la Muratala (5) dice:

Me relató Yahya, de Malik, de Yaz²id Ibn ‘Abdillah Ibn Qusait, que vió a Sa’id Ibn al-Musayyab vendiendo oro por oro al peso y vació su oro en el plato de la balanza y su compañero, con el que llevaba a cabo la transacción de muratala, vació su oro en el otro plato de la balanza y cuando el fiel de la balanza se equilibró, tomó y dio.

Y dice en otro capítulo: Me relató Yahia, de Malik, de Nafi’, de ‘Abdullah Ibn ‘Umar que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Quien compre alimento, que no lo venda hasta no haber tomado posesión de él”.

Y me relató, de Malik, de Nafi’, de ‘Abdullah Ibn ‘Umar, que dijo: “En la época del Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, solíamos comprar alimento y el que nos gobernaba nos hacía transportarlo fuera del lugar en el que lo habíamos comprado a otro lugar antes de que lo vendiéramos”.

Y un hadiz muy importante para apreciar la invalidez del papel moneda y su carácter usurero es el que sigue: “Y me relató, de Malik, que le llegó que en el tiempo deMarwan Ibn al-Hakam salieron unos vales de comida de al-Yar (6) para la gente y la gente vendió y compró esos vales entre ellos antes de tomar posesión de ellos (de la comida). Entonces Zaid Ibn Zabit y un hombre de los compañeros del Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, entraron a ver a Marwan Ibn al-Hakam y dijeron: ¿Acaso haces lícita la venta usurera, Marwan? Y dijo él: ¡Me refugio en Allah! ¿De qué se trata? Y dijeron: Son estos vales con los que la gente negocia y los venden antes de tomar posesión de ellos (de la comida). Entonces Marwan envió vigilantes para perseguirlos y se los quitaban de las manos a la gente y se los devolvían a sus dueños”.

Y dice Ibn Rushd en Bidayatul-muyˆtahid:

Y queda claro por la Ley Revelada que el propósito de la prohibición de la usura es por la importancia del mucho engaño que hay en ella y porque la justicia (equidad) en las transacciones (mu’amalat) no es sino acercarse a la igualdad y por ello cuando es difícil alcanzar la igualdad en las cosas de naturaleza distinta se establece el dinar y eldirham paran valorarlas. Y al tratarse de cosas de distinta naturaleza, es decir: que no se pesen ni midan, la equidad en ellas radica en la existencia de la correspondencia, quiero decir que la correspondencia del valor de una de las dos cosas con respecto a su género ha de ser la correspondencia del valor de la otra cosa con respecto a su género. El ejemplo de esto es que si un hombre vende un caballo por telas, la equidad es que la correspondencia del precio de ese caballo con respecto a los caballos sea la correspondencia del valor de esa tela con respecto a las telas, así pues si el precio de ese caballo son cincuenta, el valor de las telas ha de ser cincuenta, y lo que equipara esa medida podrá ser, por ejemplo, un número de diez telas. Y si las cosas que se venden son distintas unas de otras en el número, la equidad es necesaria en la transacción, quiero decir que el equivalente de un caballo sean, por ejemplo, diez telas. En cuanto a las cosas que se pesan y se miden, puesto que no divergen totalmente y su utilidad está cercana y no hay necesidad perentoria para quien tiene una especie de ellas de sustituirla por esa misma especie, excepto en un sentido superfluo, la equidad radica en la existencia de la igualdad en la medida o el peso puesto que no se diferencian en la utilidad; y también la prohibición de la diferencia cuantitativa (exceso) en estas cosas requiere que no se dé en ellas trato alguno por no ser distinta su utilidad. Por lo tanto la prohibición de la diferencia cuantitativa en estas cosas, quiero decir las que se miden y pesan, tiene dos causas: Una de ellas es la existencia de equidad y la segunda es la prohibición del trato puesto que hacer tratos con ellas pertenece al capítulo de lo superfluo.

En el caso del dinar y el dirham, la causa de la prohibición en ellos es más clara, puesto que el propósito con ellos no es la ganancia sino que el propósito con ellos es valorar las cosas que tienen utilidades necesarias.

Dice Ibn Jaldún en la “Muqaddima”: Allah ha creado dos metales, el oro y la plata, para representar el valor de todo lo que es caudal. Para la generalidad de los hombres, lo que es tesoro y ganancia consiste únicamente en oro y plata; si obtienen otras materias es sólo con el propósito de aprovechar las fluctuaciones del mercado y venderlas ventajosamente con la mira de proveerse luego del oro y de la plata. En cuanto a estos dos metales son de un valor sólido y no podrán ser objeto de tráfico, puesto que son la base en la que estriba todo lo que es ganancia, lucro o tesoro.

El uso del papel moneda, que empieza siendo una promesa de pago, con lo cual ya se incurre en la usura nasía -recordar el hadiz del Muwatta sobre los recibos que circulaban por el mercado-, acaba siendo un símbolo al eliminarse la leyenda de promesa de pago [El banco de España pagará al portador la cantidad de...] con lo que entra en el ámbito de la magia que es, junto con la usura, una de las faltas graves que llevan a la perdición tal y como se menciona en el hadiz ya referido.

Parte de lo que encerraba el becerro de oro que adoraron los hijos de Israel, tras ser liberados de la esclavitud, es que estaba moldeado con las joyas que se habían llevado de Egipto y que emitía algo como un mugido debido a que el llamado Samirí, que era un mago y era hipócrita, tras haberlo moldeado, había visto donde había pisado el caballo de Yibril y había cogido un puñado de esa tierra y la había arrojado sobre el becerro, que mugió. El Shaitán le había inspirado que si la arrojaba sobre algo tomaría vida y él la arrojó en la boca del becerro. Si la usura es la perversión del comercio, la magia -y todo el esoterismo que la rodea- es una perversión en relación a la Inspiración divina.

La historia se menciona en la sura Ta-ha que recoge también un enfrentamiento deMusa, sobre él la Paz, con los magos de Firáun.
El episodio del becerro de oro pone de manifiesto que el extravío ocurre por un deseo escondido de la gente.


La generalización de la práctica de la usura ha sido posible gracias al beneplácito de la gente. Los que difundieron la práctica de la usura tenían un gran conocimiento del alma humana porque habían sido depositarios de un conocimiento divino y habían sido el pueblo elegido. La ciencia que se les había revelado para conocer a su Señor y ganarse la Otra Vida la utilizaron para medrar en esta vida. Empezaron por convertir lo que se les había prohibido en lícito si se usaba para apropiarse de la riqueza de los demás, de los gentiles. Hay una aleya del Corán en la que ellos dicen: “No hay contra nosotros en lo referente a los ummiyyun camino” (Surat Ali Imran, 75). Es decir: Tenemos vía libre en lo que hagamos con ellos. El término “ummiyyun” es el plural de “ummí”, el que no lee ni escribe, el iletrado, y aquí designa a los árabes, a los gentiles en general, a los no judíos.

Esto hace necesario un cambio de mentalidad. Estamos tan inmersos en el sistema usurero que no concebimos fácilmente que pueda ser de otra manera. Eminentes musulmanes, dotados intelectualmente, sonríen paternalmente cuando oyen hablar de estos temas pensando, en el mejor de los casos, que es una utopía cuando no lo consideran una falta de adaptación fanática, ingenua e irresponsable a los tiempos actuales de progreso para la humanidad.

Al-Qurtubi recoge en su comentario de las aleyas de la usura un hadiz transmitido porAbu Daud, de Ibn ‘Umar, que dijo: “Escuché al Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, decir: Cuando compréis y vendáis con usura y toméis los rabos de las vacas y os complazcáis con sembrar y dejéis el yihad, Allah impondrá sobre vosotros una humillación que no se desprenderá de vosotros hasta que no volváis al Din”.

En la introducción de su “Juicio sobre la Riba” el estudioso de los aspectos económicos del Din, Sidi ‘Umar Ibrahim Vadillo, dice: Considerado desde el punto de vista de la riqueza material, uno de los hechos generalmente asumidos es que las cosas nunca han estado mejor que en nuestros días. Y eso se afirma a pesar de haber dejado atrás hace poco el siglo más criminal de la toda la historia humana. Un siglo en el que hemos visto cómo se utilizaban por primera vez armas de destrucción masiva contra la población civil, la aniquilación descomunal de la fauna y el ecosistema y el mayor número de víctimas por inanición conocido en la historia. Pero todas las miserias pasadas y presentes se olvidan ante la suposición generalizada de que la persona de hoy en día disfruta de un nivel de vida que no tiene comparación con el de épocas anteriores. Mientras que el progreso material ha sido conseguido por una parte relativamente pequeña de la población mundial, la parte más desfavorecida vive todavía con unos ingresos muy por debajo de lo que se considera el umbral de la pobreza. Los ingresos de todo este conjunto son inferiores a los obtenidos por los 387 individuos más favorecidos. Este desequilibrio de la riqueza va paralelo al de la política y lo militar, lo cual ha permitido que una sola nación haga de policía en el mundo entero. Y dice más adelante: “Este desequilibrio del sistema económico mundial tiene un mecanismo de autodefensa que consiste en desviar la atención de los temas económicos para concentrarla en los políticos. Mientras que los políticos tiranos se convierten en el foco del conflicto político, el sistema económico que causa el desequilibrio es una realidad incuestionable”. En el corazón mismo de este sistema inestable al que llamamos capitalismo está la usura. La usura es en sí un desequilibrio. La usura que se ejerce mediante el sistema bancario, ha convertido un contrato delictivo en el instrumento de la dominación económica. Mientras sigamos siendo esclavos de la usura, nuestra nación musulmana seguirá esclavizada.

Y dice el gran maestro, conocedor de las claves de nuestra época a la vez que enraizado en la auténtica tradición del saber de los musulmanes, Shaij ‘Abdul-Qadir as-Sufi, en su libro “Técnica del golpe de banco”: Nuestra investigación ha demostrado que los bancos representan el súmmun de un sistema de usura unificado y, también, que este sistema engloba a los productores del petróleo, a los productores de bienes de alto coste y a las multinacionales, entre las que hay que incluir a la industria alimenticia que, impulsada por la codicia, extiende sus tentáculos hacia las plantas tropicales que aún sobreviven en las profundidades de lo que queda de las selvas amazónicas. Una inevitable interdependencia mantiene conectada a la banca con todos los procesos comerciales. Más adelante continúa diciendo: Una nueva y moderna dimensión de la evolución de la banca es la relación que se da entre la banca mundial y la industria ilegal de la droga. A pesar de saber que las drogas duras matan menos gente que el alcohol y el tabaco, y a pesar de que es sabido que estas muertes dependen en gran medida de la adulteración que se hace del producto por causa de las presiones comerciales, los gobernantes democráticos persisten en declarar su ilegitimidad a pesar de haberse probado que si estas mismas drogas estuvieran libres de las valoraciones mercantiles el resultado sería la venta de artículos no adulterados y la casi completa eliminación de las muertes causadas por los aditivos químicos. La industria de la droga ocupa, junto a la de las armas, el primer lugar en la producción de riqueza del sistema káfir. Por ello una vez más, y ayudados por sus bien pagados expertos en relaciones públicas, los banqueros han inventado una terminología financiera con la que se quiere sugerir que su participación en la industria de la droga es absolutamente inocente y se debe únicamente a las astutas artimañas de los productores de las mismas. El término que han inventado es el “blanqueo de dinero”. Decir esto supone una doble ironía porque se sugiere temerariamente que el resto del sistema monetario está limpio y libre de mancha alguna. Es absolutamente imposible concebir que en los bancos del mundo se pueda guardar, administrar, transferir e invertir la riqueza de los barones de la droga estando al mismo tiempo sumidos en un estado de total ignorancia. Igualmente insostenible es pensar que los miles de millones generados por este comercio tan destructivo, socialmente hablando, permanecen fuera del sistema bancario guardados en bolsas de papel marrón bajo los colchones de las camas de los jefes de los cárteles de la droga. Y continúa más adelante: Es una necesidad apremiante que los kuffar comprendan que ni siquiera con la crítica más acertada de los procesos sociales y económicos serán capaces de librarnos de la esclavitud que padecemos. La diferencia categórica entre los kuffar y los muminun es que los primeros se consideran ajenos al patrón de los sucesos predestinados y los segundos reconocen que están bajo el dominio absoluto del poder de Allah, sea glorificado y ensalzado, de Quien no hay escapatoria posible. Solo lograrán la victoria aquéllos que logren desembarazarse de la destructiva mentira del humanismo y lleguen al “iman” –el reconocimiento del señorío del Creador Divino, el Señor del día de la Rendición de cuentas- y la aceptación de Su mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, el portador de la ley revelada.

La lección de los dos últimos siglos es que si se deja a la humanidad en manos de su propia invención, la democracia, pasa de ser una masa anónima a un hombre que dice representarla, un dictador y un destructor que provoca el genocidio de su propia gente. Los dirigentes de las democracias no son diferentes a los dictadores más conocidos.

Y dice más adelante: “Aquello a lo que nos enfrentamos es un sistema de finanzas usurero que todo lo impregna, que controla todos los aspectos de la vida y evalúa, o mejor sería decir, devalúa todo lo que existe. La naturaleza envolvente de este tejido encadenado es lo que infunde la sensación de impotencia a la gente no musulmana y a aquellos musulmanes a los que no se les ha enseñado su din correctamente. Otro hecho evidente es que si se desgarra una parte de la estructura reticular del tejido, éste se vuelve a componer siguiendo nuevos circuitos”.

Recordemos que el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Cuando veáis algo reprobable (munkar) cambiadlo con vuestra mano, y si no podéis, hacedlo con vuestra lengua, y si no podéis, hacedlo con vuestro corazón y esto es lo más débil del iman (la creencia). Y Allah ama al creyente fuerte y el fuerte es el que tiene más temor de Él que de todo lo demás".

Y volviendo a citar a Shaij ‘Abdu-Qadir, dice: Hoy en día el Banco es el Estado y el aparato estatal es su sistema policial. Las condiciones que propician un “Golpe de banco” no son políticas ni sociales, sino espirituales. Los signos que anuncien el “Golpe de Banco” no serán ni una crisis política que tenga lugar en la cárcel dialéctica que encierra a los ya demasiado conocidos políticos y su costoso teatro, ni una crisis social de las que suelen sufrir las masas a causa de los caprichos de las recesiones e inflaciones cíclicas. Vendrá más bien por las acciones de los muminun (creyentes) que buscan agradar a Allah renunciando a lo que Él ha prohibido y siguiendo lo que Él ha ordenado.

Y continúa diciendo: El “Golpe de Banco” no será el resultado del poder de nuestras acciones sino que éstas se limitarán a iniciar un acontecimiento que pertenece por entero a Allah. Lo imprevisto, lo imprevisible, estas dos dimensiones de la realidad forman parte del arsenal de Allah. Él dice en Su libro: “Y maquinaron y Allah maquinó y Allah es el mejor de los que maquinan”. (Surat Ali Imran, 54)

Las aleyas luminosas del Corán que abrirán las cárceles de la usura mundial para permitir que los musulmanes se encaminen hacia la gran victoria prometida, dicen:“¡Vosotros que creéis! Guardaos de Allah y dejad lo que quede de usura si sois creyentes, y si no lo hacéis se os anuncia una guerra por parte de Allah y Su mensajero, y si os volvéis atrás, tendréis vuestros capitales, no seréis injustos ni se será injusto con vosotros...".

La guerra declarada por Allah indica que los usureros no pueden evitar lo ineludible de los sucesos predestinados en los que están atrapados sin remedio. Y la guerra declarada por Su Mensajero significa que el poder otorgado a los que le obedecen y siguen su Sunna y la Shari’a con la que fue enviado, serán los instrumentos activos de esta inevitable y absoluta victoria del Islam.

Y termina diciendo: Wa la ghaliba illa-llah (Y no hay vencedor sino Allah).


NOTAS
1. [Se trata de Sa’d Ibn Abi Waqqas y Sa’d Ibn ‘Ubada]
2. [Una variante de ar-ribá, que es usura. La b y la m en árabe se permutan a veces. En el Corán aparece una vez el nombre de Meca (Makka) como Bakka]
3. [Implica dos cosas: Cortar las monedas, dinares y dirhams, con el peso correcto, para venderlas en pedazos y roer las monedas quitándoles peso para beneficiarse de lo que se ha roído y al cambiarlas]
4. [Un lugar cercano a Medina. La palabra significa bosque]
5. [Vender oro por oro y plata por plata al peso. De la raíz de la palabra es ar-ritl que en castellano dio arrelde]
6. [Un lugar en la costa]


Autor: Hayy Abdul Ghani Melara
Conferencia impartida en 2008 en la Mezquita Mayor de Granada.
Fuente: http://www.mezquitadegranada.com/index.php?id=tallerdesama00

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